20 marzo 2008

Dead or Alive

El episodio del guerrillero alias "Rojas" quien asesinó a su jefe, el miembro más joven del secretariado de las FARC, la instancia más importante de esa organización, luego le cortó la mano y la llevó a las autoridades, al que ahora se le pagará una recompensa que podría ser cercana a los US $2'700.000 y quien al parecer no será investigado por el que, a pesar de ser contra un criminal de la peor clase, no deja de ser un homicidio, no me deja nada satisfecho con la democracia, justicia ejemplar y pluralismo en el que supuestamente ahora vivimos en Colombia, y por el cual, según la tesis de Álvaro Uribe, las organizaciones armadas ilegales no pueden ser calificadas de forma diferente a terroristas.


El fiscal general de la nación, Mario Iguarán, viajó a Pereira, donde se encontraba “Rojas”, y después de una entrevista con él, declaró que en principio no cree que hayan imputaciones contra el ex-guerrillero debido a falta de pruebas, y a que el crimen probablemente se habría producido por un “miedo insuperable”, una figura jurídica que lo exoneraría de responder por el asesinato del jefe guerrillero.

Le corresponderá a la justicia y no a la opinión decidir si debe o no ser acusado por homicidio, sobre lo que sí se puede opinar son las, a mi parecer, inconvenientes declaraciones del fiscal, hechas sin que se hayan realizado las investigaciones pertinentes y cuando no había pasado ni una semana desde que se entregó “Rojas”, ya que estas podrían afectar el rumbo del verdadero proceso judicial del cual se encargará un fiscal común.

Creo que en parte esto ha sido el resultado de una presión mediática para saber si se le pagará o no la recompensa a “Rojas”, para mi eso no tiene mayor importancia, creo que sí debería pagársele, y es para esto para lo que se deberían buscar instrumentos jurídicos, en vez de tratar de pasar por alto un asesinato para no perjudicar una estrategia de recompensas que ha dado buenos resultados.

Se dice que no pagar el dinero prometido enviaría el mensaje de que el gobierno no cumple lo que dice, y por lo tanto, desanimaría a los guerrilleros que piensan en desmovilizarse o en colaborar con el estado, es cierto, pero hacerlo como al parecer se va a hacer, puede que haga pensar que tal vez sí se debe luchar contra un régimen que condena a ciertos asesinos y premia a otros.

No me parece malo el método de las recompensas pero hay que ser muy cuidadoso al utilizarlo pues no se trata de, a modo de película de vaqueros poner carteles con la foto del criminal y el precio por traerlo vivo o muerto. Sería inaceptable que el gobierno incentive a los colombianos -incluidos los guerrilleros- a cometer asesinatos, y cínico que además de hacerlo se diga que ha sido la administración que ha desmontado el paramilitarismo.

Supongo que debe haber algún instrumento jurídico para que “Rojas” pueda recibir su recompensa, por ejemplo que lo haga después de pagar los crímenes que ha cometido, que se la den a su familia, o cualquier otra cosa pues a pesar de lo rebuscado que resulte ser el argumento que encuentren, no será tan ridículo y anti-ético como arriesgarse a burlarse del Artículo 11 de la Constitución Colombiana, “El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.”.


P.S.
Se le abona a Uribe la siguiente frase, refiriéndose al pago de la recompensa: "Un Estado de derecho no puede estimular masacres y por lo tanto necesitamos definiciones jurídicas", lástima que las definiciones jurídicas hayan sido tan descuidadas y parcializadas como ya mencioné.


P.S. 2
Las caricaturas son de Vladdo.

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